Exvotos por el mundo

Existe la creencia de que los dioses (o diosas, que ya hay gente torciendo el morro) nos escuchan y nos hacen más caso si les hacemos ofrendas. Esas ofrendas son los llamados exvotos, por si alguien que me lee no sabe de qué va la cosa, aquí hay más información.

Vean este ejemplo curioso de exvotos hechos al borde un laguito en Conemara (Irlanda). Resultan curiosos por el colorido, por no creo que al pobre árbol al que han cogido por sujeción le haga la menor gracia. Da igual, es para «seres superiores», así que árbol arriba o abajo…

«Arte»

Y la mierda se convirtió en arte por obra y gracia de Piero Manzoni en 1961, ampliando las gracetas de Marcel Duchamp, como el urinario convertido en obra llamada fuente.

Siguiendo sus divinas enseñanzas el artista cuya obra pueden uds. apreciar (ejem….) colocó unos rollos de papel higiénico colgando de un ventilador. Por si quedaba alguna duda de la intención le añadieron el consabido urinario vertical quizá como guiño a la obra de Duchamp.

La foto fue hecha en el museo Berardo, en Lisboa junto a la torre de Belem. No recuerdo si formaba parte del fondo permanente o era una muestra temporal. ¡Menos mal que no colocó el famoso calcetín lleno de mierda en ese ventilador, tal y como narraba Gomaespuma hace un porrón de años.

P.D. Confieso que, en este caso, la utilidad de la obra en caso de necesidad es más notoria.

A ver si con gracia…

La idea de Conchi de decir la cosa con gracejo no sabemos si ha funcionado en el sentido que pide en el cartel, pero al menos lo ha hecho para dar publicidad al bar del hogar del jubilado, en la calle Mayor de Sánchez Ocaña de Béjar (Salamanca).

No piense alguien que por el el bar del hogar del jubilado es necesario este cartelito. No. He visto muchas instalaciones semejantes en lugares cuya edad media supera en poco la edad de votar que adolecían del mismo problema, ergo, no es cuestión de edad. Más bien de educación (o falta de ella), de mala leche, de exceso de destilados en sangre o mezcla de todas ellas.

Destilando mala leche

No me puedo acordar de ningún modo de dónde hice esta foto pocos días antes del 19 de marzo de 2017. Hay que ver la mala leche que destila el mensajito. También puede ser que trate de una broma, claro, pero sería de muy mal gusto. La vida en sociedad es siempre fuente de inspiración y fomento de la mala leche, ejemplos hay a menudo en los periódicos. Busquen, busquen, que no tardarán en darme la razón.

Pa lo que hemos quedao…

Hubo una época en la que poseer un libro era un tesoro. Había gente que los miraba con ahínco sin poder descifrar sus contenidos. Hoy, sin embargo, miren para lo que se usan en algunos casos como el de la foto: ¡para calzar una mesa!

Habrá quien piense que quizá el libro es tan malo o tendencioso que ese es su mejor o casi único destino. Casos hay, sin duda, algunos hasta -dicen- escritos por los dioses cuya función en ese lugar, como sustentación y nivelación, al menos sirven sin incordiar.

La foto fue tomada en Nápoles (Italia), por si la curiosidad les carcome el cerebrillo reblandecido por la ingesta masiva de series.

Salva almas a domicilio

Hace unos días me encontré lo siguiente en el buzón de mi casa, una carta en sobre cerrado, un tal Sátur como remitente pero sin destinatario (en este caso, claramente, basura no solicitada):

¡Qué decir de este manuscrito!
No sé qué se me hace más indigesto, si el propio contenido o la caligrafía del paisano.

Pero, claro, también venía acompañado de «la publicidad institucional». Vamos, el meollo del asunto: algo acerca de los testículos de un tal Geo Bah.

En fin, todo se resume en que todos estos «salva-almas» del mundo son, si no iguales, casi calcados. Y, para ilustrar esta afirmación, les enlazo un par de antiguas publicaciones de este sitio: esta y esta; o incluso, les invito a ver esta otra versión más mordaz acerca de las sectas (así en general).